No importa cuál sea el objetivo que te hayas planteado, si te dedicas tarde o temprano lo conseguirás.
Solo tienes que intentarlo.
Esto puede aplicar para todo lo que decidas emprender en esta vida, si decides estudiar una carrera, emprender un negocio, cambiar tus hábitos, intenta una y otra vez.
Aunque al principio resulte casi imposible ver que estas avanzando, o que tu meta se encuentra demasiado lejos, y parezca casi imposible de concretar o solo obtengas resultados negativos, sigue intentando.
Yo lo veo cada vez que salgo a correr, al principio puede que el sólo pensar en la distancia que tengo que recorrer me pueda sentir desanimado, abrumado y quizá decida no empezar siquiera la carrera. Pero salgo y hago el intento.
Habrá ocasiones en las que a mitad de carrera mi cuerpo me diga que no más, que pare, y que por mi mente cruce la idea de abandonar, de darme un descanso. Pero solo tengo que seguir y continuar intentando.
Muchas veces los kilómetros han sido demasiados y parece que se han echo cada vez más pesados, más largos, pero todo vale la pena cuando por fin vez a lo lejos la meta, y surge la idea y el deseo de intentarlo.
Cuando crusas la meta, cuando vez que has logrado lo inimaginable, es cuando viene el sentimiento de poder, de libertad y de gozo. Ese sentimiento que hace que partas nuevamente tras una nueva meta por la que tendrás que seguir intentando.
Mi nombre es Roberto. Mexicano adicto a la tecnología, a los libros, la cerveza y últimamente al deporte.
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